Quinteto + dos

El quinteto existe hace 10 años… compartimos estupendos y malísimos momentos, lloramos por cosas que ahora nos causan risa… fuimos cómplices de varias travesuras, las primeras citas, el primer beso… estudiábamos y nos divertíamos… hemos jugado la goma, pasará pasará, descanso y demás yerbas… aprendimos a cruzar la calle de la manito; a dar los mejores abrazos, incluso mejores que la de los osos; a dejar todo por el grupo… a querernos incondicionalmente. Jesús dijo que quien ama a sus amigos no recibe ningún mérito, pues hasta los paganos lo hacen; oimene upeicha!, pero yo he conocido el amor sincero con ellas, con ellas cuatro.

El tiempo ha pasado y las reuniones ya no son constantes… cada una eligió una carrera distinta y eso ha hecho que los reencuentros sean limitados, cuestiones de horarios y disponibilidad… La extrañación se hace presente cada tanto. La distancia siempre es un inconveniente, pero de esa manera los  encuentros se vuelven más interesantes y emotivos.  

Ya cada una tiene una ideología y filosofía respecto a la vida y a la forma de verla; eso ayuda a intercambiar ideas y opiniones, a respetarlas aunque muchas veces estemos en desacuerdo. La comunicación es un don y el que la tiene debe saber utilizarla.

En estos tiempos de solo Quinteto aparecieron dos niñas más para unirse al equipo, aún no son años que existe el “Quinteto + dos” pero supieron, ellas, darse su lugar; supieron ganarse nuestro cariño; supieron actuar de la manera correcta en el momento correcto…  

Dicen que la amistad se construye con el tiempo, mas yo creo que hay albañiles más rápidos, que logran pasar las pruebas en tiempo récord… Creo en el poder de las energías que se encuentran en cada ser humano. Creo que se puede percibir las buenas o malas vibras con sólo una palabra, o una mirada e inclusive con la mera presencia. Ya te darás cuenta porque ellas, las dos últimas, son parte ahora del equipo cañón.

La vida me ha enseñando a valorar lo bueno que el Barbita nos lo da, y esto es una bendición que hay que saber aprovechar.

Hay “quinteto + dos” para rato…